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08
May
2015

Serrat: “Creé un vínculo de amor con América”

La Casa de Iberoamérica fue el escenario elegido para la entrega, un año más, del Premio Iberoamericano de Música Cortes de Cádiz, que recayó en esta edición de 2015 en Joan Manuel Serrat. El cantautor catalán estuvo presente en la ceremonia, celebrada el 8 de mayo, junto a la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, para recoger este galardón, que consiste en una reproducción de una de las obras de Juan Luis Vasallo, y en un premio en metálico de 12.000 euros, que donará a tres organizaciones no gubernamentales (ACNUR, Médicos sin Fronteras y UNICEF) para las labores de ayuda en Nepal. Además, fue obsequiado con un facsímil de la Constitución de 1812, encuadernado en el taller de los Hermanos Galván y dedicado personalmente.

La ceremonia arrancó con una semblanza realizada por el presentador de la gala, Eduardo Bablé, y un vídeo en el que amigos y admiradores del autor catalán le felicitaban por el galardón obtenido.
Las cantantes Niña Pastori, Pasión Vega; Juan Carlos Portela, el hijo del que fuera el empresario musical Enrique Portela, y Manuel Martín de Mora, hijo del propietario del Cortijo de los Rosales, quisieron estar junto al autor en ese vídeo que se proyectó en el patio central de la Casa de Iberoamérica.
Serrat, tras recibir el galardón de manos de la alcaldesa, manifestó su agrado por recibir el Premio “que lleva el nombre de las Cortes que en 1812 aprobaron una Constitución cuyos principios han sido un referente para todo el izquierdismo liberal y trascendieron las fronteras de España para plasmarse en otras constituciones que nacieron al lado del mar”.
Agregó que se siente “orgulloso”, pero matizó que aunque aprecia que el jurado hubiera subrayado entre sus méritos el de “divulgador de la poesía española”, no fue esa su intención cuando musicalizó en sus discos la poesía de Antonio Machado o Miguel Hernández. “Lo hice porque sus poemas me conmovieron y porque sus versos sonaban a canciones”, puntualizó.
Serrat contó ante el auditorio de la Casa de Iberoamérica que es una persona que siempre se integró en lo que ocurría en los lugares en los que ha estado. “Nunca pasé por los lugares como un turista, ni como un testigo. Siempre quise pasar como un personaje del tiempo, como un actor”, señaló.
El músico barcelonés agradeció “profundamente” el reconocimiento del que goza su obra por parte de la gente: “Si bien por una parte esto me hace muy feliz, también soy consciente de que como cualquier personaje popular y querido, tengo una responsabilidad con ello y trato de asumirla lo mejor que sé, aunque es una responsabilidad llevadera”.
Respecto a su relación con América, declaró que “más que tender puentes, yo hice míos los que América me tendió; mi oficio me llevó a América y se creó así un vínculo de amor”.Tuvo también palabras entrañables para Antonio Martín de Mora, que lo recibía cada año en el Cortijo de los Rosales cuando comenzó su carrera. “Era un hombre de los que Antonio Machado hubiera definido como un hombre bueno”, dijo en presencia de buena parte de la familia Martín de Mora.
La alcaldesa de Cádiz cerró el turno de intervenciones con un discurso plagado de referencias a su cancionero y a su admiración por el cantautor. “El secreto de un gran artista es superar los gustos generacionales y saber hablar al oído a todos los locos bajitos que llevamos dentro”, señaló Teófila Martínez.
“Con menos de lo que nos gustaría, porque sabemos que te reclaman en todas partes, nos sentimos orgullosos de haberte acompañado, como gaditanos, en estos cincuenta años de tu carrera”, le apuntó la alcaldesa.
Martínez le recordó que junto a él los Premios Cortes de Cádiz habían recaído en esta edición en artistas, jóvenes empresarios, científicos, investigadores y escritores de Cuba, México, Bolivia, Argentina, República Dominicana y España, aunque anteriormente Serrat ya tuvo la oportunidad de felicitar al resto de los galardonados durante su discurso.
La ceremonia terminó con la actuación de la Escolanía de la Escuela de Música San Felipe Neri, dirigida por Blanca Angeriz Caburrasi, con Felipe Barbosa Bustos al piano. Los pequeños interpretaron dos canciones unidas –Barquito de papel y Aquellas pequeñas cosas– un arreglo a dos voces de Angeriz y con arreglo de piano a cargo de Juan Pablo Otero.